PREMIO A LA EXCELENCIA Y CALIDAD, CERTIFICACIÓN ISO EN EL HOSPITAL EL ESCORIAL

Algunas deficiencias que perciben y padecen los pacientes y trabajadores del Hospital El Escorial y que están bastante alejadas de la Excelencia y Calidad.

El Hospital El Escorial participó en el VI PREMIO A LA
EXCELENCIA Y CALIDAD DEL SERVICIO PÚBLICO EN LA COMUNIDAD DE MADRID en la modalidad de Mejores Prácticas, celebrado en el mes de diciembre.

La defensa que hizo el gerente para conseguir el premio (objetivo que no logró), fue una apuesta personal por la creación y funcionamiento del Comité de Calidad Percibida, cuyo slogan principal es “ponte en los zapatos del cliente”, hay un video colgado en la Intranet del Hospital donde lo explica brevemente.

Por otra parte se quiere lograr por la Dirección de este Hospital, la certificación de calidad ISO en los servicios de anatomía patológica, endoscopias y farmacia, dado que esto mejora mucho la imagen del Hospital.

Y todo esto estará muy bien de cara a la galería, pero no debemos olvidar las carencias y necesidades que este Hospital requiere, algunas de ellas urgentes, demandadas al gerente desde hace tiempo sin resultado y que ya nos hemos acostumbrado a convivir con ellas porque forman parte de nuestra rutina cotidiana desde hace años.

Todo el esfuerzo, dedicación, trabajo y sobre todo inversión que requiere lo anterior, también podría haber servido para solucionar estas demandas prioritarias que trabajadores, comité de empresa, y usuarios del Hospital llevamos tiempo demandando a este gerente y que él lo tiene en el cajón del olvido, afortunadamente de momento, no ha ocasionado ninguna desgracia personal.

Todo esto también mejoraría mucho la imagen del Hospital, pero sobre todo la seguridad de trabajadores y pacientes, y seguro, que mejoraría la satisfacción de estos últimos hacia nuestro Hospital.

Si nos ponemos en los zapatos del paciente (pacientes y no clientes), ellos, al igual que nosotros los trabajadores, también perciben algunas deficiencias -muchas de hace años-, que precisamente están bastante alejadas de unos mínimos de calidad y seguridad que esperan encontrar al venir a este Hospital Público.

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Tanto si vamos , como si venimos de Madrid en el autobús público, desde la parada, tendremos que acceder al Hospital por una carretera estrecha, con poca iluminación y sin aceras, poniendo cuidado en que no te atropelle ningún vehículo.

Si tenemos que acudir a urgencias, cuando estemos en la sala de espera esperando a que nos atiendan, más vale que no haga un día de viento y frió, (zona bastante asidua a estas inclemencias ya que este Hospital se encuentra a los pies del Monte Abantos y a casi 1000 m. de altitud) porque si no, te pueden entrar los siete males, la puerta automática es la única barrera entre la sala de espera y la calle, los trabajadores del servicio de urgencias, admisión e información llevan años padeciéndolo en su salud, además del consiguiente malgasto en calefacción.
También lo sufren los pacientes que son encamados y alojados en el pasillo, justo enfrente de la puerta de entrada de ambulancias y que es utilizada frecuentemente por diverso personal, cada vez que se abre, les da el frió de lleno.


La vía de circulación que sube hasta el almacén general y archivos de historias clínicas, (antiguos depósitos de agua) es muy estrecha y de doble sentido, no está señalizada, sin ningún tipo de seguridad, lo que la hace que sea un tránsito peligroso, (un trabajador ya sufrió un accidente al cruzarse con otro vehículo y volcar el suyo al tener que echarse hacia la cuneta) compartida por personas, vehículos y camiones.

Farola derribada por un camión en la vía de circulación que va hasta los almacenes y archivos de historias clínicas

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Subiendo por esta vía de circulación hacia los almacenes y archivo de historias clínicas, a mano derecha nos encontramos con la escombrera y desguace de dos coches oficiales del Hospital, (se encuentran en el lugar donde se talaron hace años robles autóctonos) abandonados a los pies del Monte Abantos, este paraje protegido en el futuro parque de Guadarrama y que soporta el poco respeto que tiene esta dirección del hospital al medio ambiente.

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El Centro de Especialidades San Carlos, depende del Hospital El Escorial, fue inaugurado en el año 2004 y ya con carencias fundamentales, como los accesos que son de piedra y con salientes lo que hace casi imposible que sillas de ruedas y camillas puedan desplazarse, por lo que los pacientes tienen que entrar por el Centro de Salud y coger el ascensor para acceder a él.

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En la sala de RX se puede apreciar el hundimiento en parte del suelo.

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La Inspección de Trabajo ya ha hecho un requerimiento porque todavía no se ha hecho una evaluación de riesgos al ser un lugar nuevo de trabajo.

Los problemas de calefacción son continuos, sobre todo los lunes, los trabajadores y pacientes tienen que estar con alguna prenda de abrigo para no pasar frío, incluidos los niños de la consulta de pediatría. Si enchufan varios calefactores eléctricos a la vez, cuando la caldera de gas-oil falla o calienta poco, los automáticos saltan.

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Este es el local donde se hacen audiometrías, sin cabina que aísle de ruidos externos, se encuentra el aparato junto a un teléfono, una ventana exterior, una sala contigua donde se guardan carros y otros enseres y justo al otro lado de la pared, está el pasillo con asientos donde la gente espera para entrar en consulta.
No soy otorrino, pero es fácil deducir que esta prueba dificilmente pueda ser fiable al 100% de la medición que se tome aquí.

Bien está el querer lograr que el Hospital alcance un lugar de entre los mejores hospitales, pero no hay que hacerlo solo con algunos servicios, y otros en cambio, seguir dejándolos con su abandono y degradación , el Hospital hay que valorarlo en su conjunto, en unidad , esa es la imagen buena y de prestigio que un hospital puede ofrecer a sus usuarios.

Para otra ocasión hablaremos de la falta de personal, lo que repercute directamente en ofrecer una asistencia de calidad con la consiguiente sobrecarga de los trabajadores/as y que es el paciente el que la padece.

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